Siguiendo
a Francisco Javier Soto Pérez
, que pertenece a la Dirección
General de Enseñanzas Escolares. Servicio de Atención a la
Diversidad de la Consejería de Educación de la Región de Murcia,
podemos decir que:
El
desarrollo tecnológico y la convergencia entre las nuevas
plataformas contribuyen a la
creación de un nuevo escenario: la
Sociedad de la Información; caracterizado por una difusión
masiva
de la informática, la telemática y los medios audiovisuales de
comunicación, a través de
los cuales nos proporciona nuevos
canales de comunicación (redes) e inmensas fuentes de
información;
configurando así nuestras visiones del mundo en el que vivimos e
influyendo, por
tanto, en nuestros comportamientos (Marqués,
2006).
En
este escenario, la escuela se ve obligada a plantearse algunas
transformaciones (Martín-
Laborda, 2005). Así, por ejemplo, deben
producirse cambios en el proceso educativo
(formación continua): en
el objeto de la enseñanza (alfabetización digital); en los
objetivos
educativos (nuevas capacidades y conocimientos); en los
centros escolares (infraestructuras,
equipos, gestión,...); en el
rol del profesor (facilitador, mediador), y en el del alumno
(aprender
a aprender); y, por último, cambios en los contenidos
didácticos (más información,
interactividad, convergencia de
lenguajes,...).
De
forma paralela a todo este proceso se han producido cambios
sustanciales en la forma de
organizar y planificar la respuesta
educativa a los alumnos con necesidades específicas de apoyo
educativo. Hemos avanzado de un modelo centrado en el déficit
(caracterizado por el
establecimiento de categorías y por
etiquetar; destacando las causas de las dificultades de
aprendizaje
y obviando otros factores) (Ainscow,1995), a la Atención a la
Diversidad centrada
en el modelo curricular (caracterizado por una
escuela comprensiva, con carácter integrador, no
etiquetador, que
asume la heterogeneidad, y que utiliza prácticas que respetan la
diversidad en
un marco de igualdad) (Arnaiz, 2003).
En
este nuevo escenario educativo, las tecnologías de la información y
la comunicación
pueden suponer un elemento decisivo para normalizar
las condiciones de vida de los alumnos
con necesidades especiales y,
en algunos casos, una de las pocas opciones para poder acceder a
un
currículum que de otra manera quedaría vedado.
Dicho de otro modo,
la influencia de las tecnologías de la información y la
comunicación en
la educación se traduce en la creación de nuevos
escenarios; que a su vez, generan nuevas
oportunidades para los
alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
1.
Aportaciones de las tecnologías en la respuesta educativa a la
diversidad.
Ante
la pregunta ¿qué pueden hacer las TIC por los alumnos con
necesidades específicas de
apoyo educativo?, la respuesta no está
todavía definida, pues necesitamos aún estudios
rigurosos e
investigaciones contrastadas. No obstante, encuentros académicos
como los
Congresos de Tecnología Educativa y Atención a la
Diversidad (Tecnoneet) o los Congresos
Iberoamericanos de
Informática Educativa Especial (CIIEE), corroboran que cada vez son
más
las personas que encuentran en las tecnologías un punto de
apoyo para su desarrollo: los
alumnos para compensar discapacidades
con la ayuda de las Tecnologías de Apoyo y, los
profesores, para
alcanzar su máximo desarrollo profesional y potenciar el desarrollo
cognitivo
de los alumnos al mejorar los procesos de adquisición de
los objetivos de las distintas
disciplinas del currículo escolar.
El
uso de las tecnologías como medio para incrementar, mantener o
mejorar las capacidades
funcionales de los individuos es un práctica
común en el ámbito de la intervención con personas
con
discapacidad (Alcantud y Soto, 2003). En este contexto, se vienen
utilizando varios
términos para definir el campo de actuación de
la atención tecnológica a las personas con
necesidades especiales:
ayudas técnicas, tecnología asistiva, tecnología de apoyo,
tecnología de
la rehabilitación o tecnología de ayuda, entre
otras. Pese a que se suelen utilizar indistintamente
dichas
definiciones, lo cierto es que cada una de ellas tienen matices que
las diferencian. No
obstante, no es mi objetivo aquí profundizar
sobre el tema, de modo que con carácter general,
nos referiremos a
todos aquellos productos (hardware o software), elementos o piezas
de
equipos que son usados para incrementar, mantener o mejorar las
capacidades funcionales de
personas con necesidades educativas
especiales, así como para el apoyo y la mejora de los procesos de
enseñanza y aprendizaje de este alumnado.
La
naturaleza de las tecnologías de apoyo o de ayuda es tan variada que
se han propuesto, para ello, distintas filosofías de clasificación.
Sin entrar en dicho debate, aquí únicamente destacaremos aquellas
que consideramos más relevantes en contextos escolares.
Fuente:
Documento “Tecnologías para la diversidad en contextos escolares”.
Francisco Javier Soto Pérez
. Dirección General de Enseñanzas
Escolares. Servicio de Atención a la Diversidad.
Consejería de
Educación, Formación y Empleo de la Región de Murcia.
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